martes, 24 de marzo de 2009

LAS MUTACIONES DEL CUÑAPECILLO *




Eulogia: ¡Dulzaineros días, Aurelio!
Aurelio: ¡Lucharniegos los tenga usted, putrefacción eubólica!
Eulogia: ¡Uy, qué bufonería! Poco eucrático y falto de euforia lo veo hoy, abuelillo, a pesar de estar tan bien guarnecido en su buñolería con sus auténticos buñuelos con agujeritos. Tenga usted eubolia y, por favor, dialogue como es debido y cultiparlemos.
Aurelio: No me sea quiróptera, señora suya. Pero perdóneme, doña euloginina, es que he mandado a mi aguileño hijo por cuñapecitos al restaurantito universitario y se ha encontrado con el estupidazo hijo del buscapleitos cumbiambero llevándose mi aurífero amuletito y, para mayor desaguisado, dedicándose al culipandeo.
Eulogia: ¡Malditos cuatrerillos! ¡tomarse atribuciones!
Aurelio: ¿Cómo dice?
Eulogia: No, nada. Que no se debe sugestionar; su estado de salud es puntillosamente quebradizo y los servicios funerarios están por las nubes.
Aurelio: ¡Qué quijotesca es usted! ¡protuberancia!
Eulogia: ¡Cálmese, hombre! Acudiremos de modo subitáneo al recinto restaurántico y elucidaremos los entuertos de estos cultivadores del badulaquerío. No me gusta curiosear, pero ¿qué nivel educacional tiene su petizo?
Aurelio: Es casi arquitecto. Tengo un muestrario de sus revolucionarios proyectos. Tengo también un cuadernillo cuadriforme con la remuneración que redituaríamos; reformularíamos nuestro modus vivendi, lo que compensa el haber dispuesto de la duodécima parte del ingreso familiar.
Eulogia: Bueno, bueno, don Aurelín. Vamos a ver a su cuellilargo vástago para reflexionarlo porque no hay que andar desapareciendo, vaya sublevación, por lo menos mientras usted lo esté subvencionando.
Aurelio: Vamos. Pero lo hallaremos hablando con su compañera, casi bióloga, sobre curanderismo, tuberosidades, mutaciones y cuaquerismo. Los equiparo con dos eucaliptos. Ya los he escuchado por un agujerito.
Eulogia: Eso parece muy eurocentrista, yo soy más resolutiva, casi estadounidense, ¿quién es la contertulia?
Aurelio: Orquídea. Vive en las afueras del ayuntamiento.
Orquídea: ¡Murciélagos! ¡Eso no estaba estipulado! ¡Merece, más bien, un escupitajo! ¡Es una flagrante vulneración de la intimidad, pese a la manutención y sucesoria de que eres beneficiario! Se pueden marchar todos. ¡Andando y gerundiando, que es gerundio y panvocálica!...


*Ejercicio sobre plantilla. Las palabras resaltadas contienen ls cinco vocales

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